Popular Post

Archive for septiembre 2010

Sin justicia suficiente.

By : Débora


Mujer solar inclinada hacia la lluvia, ruge y duele en su tanto dar, tan poco recibir. Oigo sus pasos rastreros transitar el camino que ella misma crea a diario de la habitación a la calle. El polvo acumulado en su calzado haciendo alusión a las historias asimismo hacinadas bajo sus uñas.

Una vez tras otra subleva sobre la conciencia de quien la rodea, la intriga del dolor recíproco. Los labios látigos de su alma sola (no solitaria) se mueven sin sonar, buscando acariciar el fin último del reclamo incomprensible. El miedo que le camina por la espalda se come con descaro sus amaneceres borrosos. Nadie está ahí para olerla o llenarla de saliva. No hay ofrecimientos de naciones libres que sosieguen la faena que le sostiene el vientre contra la gravedad y lo grave. O para ser bien francos si los hay, pero generan ramas que se van del punto.

Hablar de mi o de ella viene a ser el principio de un espiral infinito de disertaciones planas, donde el meollo jamás se roza y el silencio gobierna con su sal la sed de nuestras limitaciones. Entonces respecto de eso, no hay prisa por el ataque. Tal confrontación podría fácilmente quedar pospuesta hasta otra vida, de haberla. Es una dinámica paciente como un rumiante.

Cuando llega el momento teatral de dormir, un circo silvestre arropa con sus sonidos los sueños eventuales de su plenitud femenina. Cada grillo insolente le recita al oído sus máximas sin que ella las perciba en otro sitio que no sea en su piel, donde las ondas de sonido se estrellan y estrellan y se estrellan.

Las pulgas y los tigres participantes también del circo, aprenden sus mejores maromas de peligro y muerte observando su estar inquieto, que se tambalea entre querencias que desconoce y apegos que no desea cultivar, o que cultiva sin querer. Calladamente la veo rugir. Su propia belleza, aunque desconocida para ella misma, le duele hasta en el modo de reír, momento este muy terapéutico sin embargo. Polar y vasta, empieza sus ciclos de amor cada día con una nueva resolución a lo Naciones Unidas. Los agota a la fuerza por miedo a la costumbre quizás, pero sus miedos no me los conozco.

Me obligo a ella como a un combate no sé por qué. Podría decir que por amor, pero esa excusa está un tanto gastada y a decir verdad es un poco simplista. No. Es más como las guerras: la gente muriendo y tanta sangre, los países y sus intereses políticos, los diplomáticos dando declaraciones, los periodistas arriesgando sus vidas por la noticia, los cuerpos de paz ayudándose a ellos mismos porque ya a los del Congo qué remedio les queda, el polvo en los rostros de los soldados, la imagen clara de un juego de mesa con muñequitos sobre territorios conquistados, los libros de historia con fotografías de emperadores o dictadores, poblaciones diezmadas y banderas sucias.

Todo ese compendio tan bello de sucesos que parece un juego armado resultante en un milagro para la observación y el estudio: eso es esta mujer. Un lujo mental que parece no ser más que gelatina, pero que guarda el secreto del pudín en algún lado de sus suaves manos prohibidas. Doy fe de nuevos logros y ella también pero como es el deber ser, yo los registro y ella los olvida.

- Copyright © mentamente mandarina - Date A Live - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -